El empresario confía en que los municipios trabajen de la mano que puedan ser actores principales del Silicon Valley andaluz
“La Línea debería ser un tema que se hable en todas partes, para que se convierta en el centro de la cuarta revolución industrial”, expresa Moreira
Carlos Moreira, durante una presentación en La Línea / Erasmo Fenoy
La Línea/”El acento lo he perdido, pero soy linense de pura cepa“. Son palabras del empresario Carlos Moreira (1958), quien se marchó de su La Línea natal con 14 años pero no ha dejado de mirar hacia su ciudad de origen, en la que sigue teniendo familia. De ascendencia mitad portuguesa y mitad linense, su abuelo paterno era luso y trabajaba en el astillero de Gibraltar construyendo buques de guerra, mientras que su se dedicó al sector hotelero, aprovechando la cercanía de la Costa del Sol. Se educó en los Salesianos y se marchó a Sevilla para estudiar el COU. De ahí a Madrid, Málaga y, a los 21 años, Suiza, donde dejó de lado el turismo y empezó a trabajar como diplomático en las Naciones Unidas.
Desde este país trabajó en el desarrollo del sistema de la worldwide web (WWW), fue experto de la ONU en ciberseguridad y, hace unos años, fundó su propia compañía de este ámbito, WISeKey, a través de la cual quiere convertir a La Línea en la capital del Silicon Valley andaluz. Para hablar de este y otros temas atiende a Europa Sur desde las oficinas de la empresa en Ginebra.
Pregunta.¿Por qué esa apuesta tan decidida por La Línea?
Respuesta.Desde hace 20 años, siempre vi que La Línea podría jugar un papel muy importante en las nuevas tecnologías, por su posición geográfica. Hoy en día, es clave la llamada last mile (última milla), las ciudades que tienen fronteras conectadas con otros países, como en El Paso, en México; Singapur o Japón, que se convierten en hubs o nodos. Con diferentes alcaldes de La Línea hubo conferencias y hemos explicado cómo se podía posicionar la ciudad como un hub de la Cuarta Revolución Industrial. El tema está tomando más fuerza, pero al principio era utópico. La gente se preguntaba cómo íbamos a pasar de una ciudad con un alto desempleo a meterla en la nueva generación tecnológica. No entendían muy bien cómo se podía dar el paso. Hoy en día, los cambios de paradigma son posibles, siempre y cuando haya una voluntad política, industrial y de la población. Ese el trabajo que llevamos haciendo desde hace unos seis años en que el proyecto se va perfeccionando y poco a poco otras instituciones, como el Puerto de Algeciras, están entrando para hacerlo realidad.
P.¿Cómo se constituye un entorno tecnológico de este tipo?
R.Nosotros estamos siguiendo el modelo de lo que hicimos en Málaga, cuando yo era presidente del Málaga Valley. Hoy en día tienen una inversión de 8.000 millones de euros, emplean a unas 5.000 personas y tienen una facturación brutal. La forma en la que empezamos es muy parecida a cómo se está haciendo en La Línea. Empezamos trayendo directivos de multinacionales a Málaga una vez al mes bajo la invitación del alcalde para ver qué es lo que tiene que los otros no para que las empresas se instalen allí. Tienes Miami, las islas Mauricio y muchos otros países que son en lo que podemos convertir La Línea, hubs. Lo primero fue la fase de buscar colaboradores que quieran entrar en este centro de la cuarta revolución industrial. Nos reunimos con Picardo para introducir también a Gibraltar y firmamos un memorando de entendimiento. En el Peñón tienen muchas empresas de tecnología. Tienen búnkeres militares e infraestructuras muy avanzadas, que podrían ayudar a La Línea y no replicar a unos metros lo que ya existe. Hemos entablado relación con una empresa que gestiona los búnkeres readaptados para centros de datos. Hemos incluido también en el consorcio al Puerto de Algeciras y otras empresas locales. Poco a poco estamos creando el ecosistema, que es lo primero.
P.¿En qué consistirá exactamente el centro tecnológico que WISeKey quiere construir en La Línea?
R.El objetivo es que estos grupos de empresas colaboren, como hemos hecho nosotros con el lanzamiento de satélites junto a Fossa Systems, que también tiene vocación de entrar en La Línea y crear allí sus satélites (su consejero delegado es el también linense Julián Fernández). También tenemos el acuerdo con los puertos de Algeciras y Dubái para poner sensores inteligentes en los contenedores y que los sensores también sean de La Línea, creando plantas industriales que vayan creciendo. Todo esto ha tardado en Málaga 20 años, si proyectamos dentro de 15 podremos tener la misma o más importancia que ellos y crear un súper corredor que conecte las dos ciudades, además de Barcelona y traerlo todo a Suiza. Ese es el espíritu, primero la parte intangible, porque hoy en día las empresas son valoradas por su propiedad intelectual.
P.Entonces el edificio sería una herramienta más en vez de un objetivo en sí mismo.
R.Ya no es tan importante cuántas personas vas a emplear y cuántos metros cuadrados vas a ocupar, eso era importante hace 20 años. Hoy en día, a través de la Cuarta Revolución Industrial, la mayoría de sus servicios están en la nube y ni siquiera tienes una oficina. Nosotros le estamos dando una consistencia tecnológica con ese grupo de personas e instituciones que se han puesto en marcha. Ahora la fase que estamos proponiendo es aterrizar todo eso en un lugar físico, que depende de la disponibilidad de lugar en La Línea.
Juan Franco, Carlos Moreira y Julián Fernández, durante la presentación del futuro centro tecnológico de La Línea / Erasmo Fenoy
P.En la jornada celebrada recientemente en el Puerto de Algeciras habló de ofrecer un futuro a los jóvenes del Campo de Gibraltar. ¿Ha entablado algún contacto con Junta de Andalucía o Universidad de Cádiz para potenciar este tipo de formaciones más tecnológicas?
R.Estos proyectos son a tres niveles. El primer nivel aumenta la capacidad de las personas, no necesariamente con títulos universitarios. Hay cursos de dos semanas que te permiten especializarte, lo que llaman la molecularización de la educación. Estos centros son imanes de talento, lo identifican donde está y si está en La Línea, pues lo va a recoger inmediatamente de allí. Alguien que vea lo que hacemos puede decidir especializarse y aspirar a un trabajo. Bajas la barrera que existe entre la persona sin educación y el poder trabajar.
P.¿Cuáles son los otros dos niveles?
R.El segundo es que estos centros se convierten en plataformas, es como un portaviones. Empresas, jóvenes emprendedores con ideas no tienen que crear un data center, ni tener un acuerdo con empresas de tecnología. Vienen al centro y crean su startup. Ese es el nuevo modelo, reducir la complejidad para que las empresas puedan tener todos los utensilios tecnológicos para desarrollar sus productos. Y el tercero es la inversión que se hace. Son multinacionales o empresas que necesitan infraestructura y van a utilizar ese centro como el enchufe para conectarse. Eso está pasando en el sur de Andalucía con África. Muchas empresas tienen miedo de ir directamente a África por la situación política y la corrupción y quieren un punto de entrada en ese centro tecnológico para luego tomar decisiones.
P.¿Piensan optar a fondos europeos para sus iniciativas?
R.Ese sería un cuarto elemento. Hay varios programas. Por ejemplo, España está invirtiendo 18.000 millones de euros en el tema de semiconductores. Yo tengo una empresa de semiconductores, estamos haciendo un proyecto ahora en Murcia, pero se podía pedir lo mismo para La Línea una vez que el centro ya esté más maduro. Esos son los proyectos que te financian el centro. Los PERTE (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica) se pueden traer directamente a La Línea. En vez de empezar todo de cero, creas una industria. En Hollywood se hacen muchas películas porque ya tienen todo hecho. Creas la infraestructura necesaria para crear el valor añadido.
P.¿Puede explicar más en detalle cómo se desarrolla la colaboración con Fossa Systems?
R.Por el momento hemos lanzado 17 satélites juntos y el objetivo es llegar a 100 para aumentar la precisión de la geolocalización. Es una inversión fuerte, lanzar cada uno cuesta 300.000 dólares. Ellos hacen el diseño del satélite y nosotros le ponemos los procesadores. En la siguiente generación que lancemos vamos a incorporar procesadores poscuánticos, que se podrán defender de ataques cuánticos. En enero tenemos previsto el lanzamiento. En los procesadores, además, incorporaremos un monedero digital para poder hacer pagos por criptomonedas. Será la primera transacción de este tipo desde el espacio.
P.En la jornada del Puerto también habló de usar la tecnología para potenciar la competitividad de Algeciras respecto a, por ejemplo, Tánger.
R.Ese proyecto empezó en Dubái con su puerto, que está en competición con Singapur y quieren sacar el tráfico de allí para que vaya al suyo. La lucha de esos puertos es de infraestructuras, pero tiene un límite. En este caso, Tánger va a tener mano de obra mucho más barata, reglamentaciones menos estrictas y va a avanzar más rápido. ¿Cómo compites con ellos? Creando valor añadido y entrando en la parte intangible. Por ejemplo, que el buque que llega al puerto pueda hacer toda la negociación de la aduana y el transporte durante el viaje para que una vez que llega, eso ya este hecho y se quede menos tiempo. También agiliza el tema del contrabando porque los contenedores con nuestros sensores son inteligentes, no pueden meterle drogas porque te detectan si ha habido perforación o si ha cambiado el aire dentro. La mercancía que entra está certificada y el contenedor queda cerrado, sellado electrónicamente y supervisado por los satélites.
Fabián Picardo y Juan Franco, en la fachada del Nasdaq, en Nueva York / E. S.
P.También pretenden ayudar al ecosistema empresarial del puerto.
R.El puerto actúa como infraestructura de apoyo para crear ese sistema. Empresas pequeñas que crearán servicios de valor añadido al puerto, que van a continuar a digitalizar los procesos. Esa es la evolución, en el futuro los puertos van a ser inteligentes, van a utilizar la inteligencia artificial, van a tener menos burocracia y a reducir el coste de sus servicios y van a poder competir a nivel internacional.
P.¿Cree que el Campo de Gibraltar estará a la altura del reto que plantea?
R.Lo que siempre he visto en el Campo de Gibraltar es que hay una competición entre ciudades que no debería haber. La Línea no debería competir con Algeciras, ni Algeciras con La Línea. No tiene sentido. Lo que debería hacer es unir fuerzas, como los americanos, que son muy pragmáticos. Tienen Silicon Valley y trabajan todos juntos. Tiene que haber un espíritu de cooperación, incluyendo a Gibraltar, porque esa bahía es muy importante estratégicamente. Cada uno tiene servicios diferentes y deberían trabajar juntos y que lo que hace La Línea no lo haga Gibraltar y lo que hace Gibraltar que no lo haga Algeciras. En Málaga funcionó porque no tienes 20 sitios donde hacer algo, tienes un centro que centraliza todo. Tenemos los sueldos, el clima, la calidad de vida y la lengua, porque la lengua de Gibraltar es el inglés. También podemos incorporar a los nómadas digitales, que son el modelo para el futuro.
P.En un plano más regional, ¿cree que Andalucía puede sumarse a ese desarrollo tecnológico?
R.Andalucía como región tiene todas las características de California y de Silicon Valley. El clima, la comida, el sol. El problema es que cada uno trabaja por su cuenta. Tenemos que crear un plan digital para Andalucía, no para Sevilla u otra ciudad. Un plan digital 2030 como hacen en Dubái o Singapur. ¿Dónde estamos y dónde deberíamos estar en 2030 o 2040? ¿Cuál es nuestra especialización? No podemos hacer lo mismo que hacen otros. Creo que la especialización es el mercado africano y latinoamericano, pero sobre todo a partir de la entrada a África. Van a ser un túnel económico gigantesco en los próximos años y somos la frontera de Europa con ellos. Ese polo tecnológico que estamos haciendo debería tener una nueva orientación para África y que las empresas europeas que quieren abrir mercado allí se paren en Andalucía. Una empresa finlandesa no va a venir a Sevilla para hacer un aparato, pero sí para hacer un plan de desarrollo de ese aparato. También al revés, ser la entrada a Europa para empresas de África y Oriente Medio.
P.¿Ve suficiente apoyo institucional?
R.Para hacer esto debe haber un jefe de orquesta. Hay mucha gente que utiliza esto políticamente. Hay mucho individualismo que hace que el potencial de Andalucía no haya sido desarrollado todavía. El primer paso sería, por ejemplo, reforzar La Línea. Todo el mundo debería, no solamente yo, hablar de La Línea debería ser un tema que se habla en Sevilla, que se hable en Huelva, que se hable en todas partes, para que La Línea se convierta realmente en ese centro de la cuarta revolución industrial. Y eso debería de haber una voluntad política también. Hay que crear un modelo de interoperabilidad para que todos los que se quieran sumar puedan hablar entre ellos. Yo lo he intentado con varias reuniones La Línea, a las que vino la Junta de Andalucía. Les encanta pero luego cada uno se queda en su sillón y no se quieren mover. Tenemos que pasar a la fase de poner fondos importantes. Esa es la parte política. Yo también trabajo, próximamente organizo una reunión en Madrid y traeremos personas de todo el mundo para hablar de La Línea y en Davos, el próximo año, también.