- Acaba de enviar un satélite al espacio colocando la central de control en su pueblo de La Línea
- Su empresa de ciberseguridad cotiza en el Nasdaq
- Trabajó 17 años en la ONU durante la creación de Internet
Tiene una empresa que cotiza en el Nasdaq y un pasado en la ONU, donde vivió de cerca la invención de la World Wide Web. Su truco siempre ha sido ir un paso por delante así que cuando Internet aún estaba en pañales él ya trabajaba en la ciberseguridad. Se llama Carlos Creus y es de La Línea de la Concepción (Cádiz). Este hijo de hotelero que se codea con presidentes, reyes o premios Nobel, no olvida aquel pueblo que le vio nacer. Y lo ha demostrado con su último proyecto: enviar un satélite al espacio colocando la central de control en La Línea de la Concepción.
Pregunta: Empezando por el principio… ¿Qué recuerdos guarda de su infancia en La Línea?
Respuesta: Yo viví en la Línea hasta la edad de los 13 años e hice mi bachillerato en los Salesianos de la Línea. Y mi padre, que era hotelero, se fue en esa época a Torremolinos para desarrollar el turismo en aquella zona y yo me fui con él. Luego nos fuimos a Madrid para volver más tarde a Torremolinos.
P: ¿Qué pensaba que sería de mayor por aquel entonces?
R: En aquel entonces mi intención inicial era seguir los pasos de mi padre en el sector de los hoteles. Con 19 años me fui a Suiza para estudiar hotelería, que era un poco mi plan inicial.
P: ¿Y llegó a trabajar en algún hotel?
R: No. No ejercí porque no me gustó para nada, así que lo que hice fue acabar mi carrera de Ciencias Económicas en Ginebra y postulé para un aprendizaje en las Naciones Unidas. Yo hablaba muchos idiomas y tenía una buena base tecnológica gracias a una gran vocación por los ordenadores desde muy joven, así que en la ONU tuve la oportunidad de trabajar con los equipos que lanzarían el World Wide Web en Ginebra. Es la mayor invención tras la creación de Internet.
P: ¿Qué trabajos desarrollaba en la ONU?
R: Me especialicé en el tema de seguridad. Me encargaba de conectar los servidores que había en Ginebra con los países que se conectaban para sacar datos de comercio internacional, salud… de todo tipo de información. En esa época, antes de Internet, se hacía a través de redes privadas.
P: Tras su paso por la ONU, crea una empresa de ciberseguridad.
R: Estuve en Naciones Unidas 17 años, hasta 1999, que fue el boom de Internet. Entonces creé la empresa WiseKey con el sector privado suizo de bancos porque necesitaban un nivel de seguridad superior al que existía en aquella época y creé la primera llave criptográfica, que es la llave de WiseKey, y que fue el primer gran proyecto de la empresa.
P: Ahora su empresa cotiza en bolsa y de hecho llegó a tocar la campana del Nasdaq, ¿Cómo recuerda aquel día?
R: La culminación del Nasdaq fue un momento único pues es el momento en el que se confirma que todos los planes que teníamos eran realizables… Es un momento en el que todos los que trabajamos en la empresa, no solamente yo, son reconocidos a nivel internacional. Mi forma de trabajar es una forma de equipo y no solamente focalizándolo en mí. Por eso gracias a ese movimiento del Nasdaq hemos conseguido reunir mucho dinero, hemos comprado empresas y hemos creado una dinámica de crecimiento muy fuerte.
P: Y por si todo eso fuera poco, ahora pone un satélite en órbita… ¿Cómo ha sido la experiencia?
R: El satélite era realmente un sueño… Yo siempre he visto la conexión del satélite con todo lo que hacemos como necesaria. Hacerlo posible y contar con el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción y la empresa de otro linense como Julián Fernández, de Fossa Systems, ha sido estupendo.
P: ¿Le queda algo por hacer?
R: Me gustaría hacer muchísimas más cosas. Ahora mi próximo gran proyecto es crear ese centro de revolución industrial en La Línea.
P: ¿Qué es lo que más echa de menos de La Línea de la Concepción?
R: Su clima, su gente, su tradición, su comida… todo eso que hace de La Línea un lugar único en el mundo y por eso todo mi entusiasmo de ayudarla. De hecho, mis planes para cuando me retire es volver allí.